El oso y el madroño
La primera vez que un oso y un madroño aparecen en el escudo de la Villa de Madrid data del siglo XIII. Anteriormente los escudos solo incorporaban a un oso en actitud pasante, no rampante como el de la actualidad. Hay que tener en consideración que los osos campaban en la antigüedad por los alrededores de Madrid. Ya en la Edad Media el oso era el símbolo de la Villa de Madrid.
Sucedió a partir de un acuerdo entre la Villa de Madrid y la Iglesia sobre la manera de repartir las tierras de los montes cercanos a Madrid. La Iglesia se quedó con las zonas de pastos y los bosques quedaron en manos del cabildo municipal.
En sus orígenes, el Ayuntamiento de Madrid, quiso representar monumentalmente los principales símbolos heráldicos de la ciudad y de la nación y por eso promovió, entre otras, esta de el oso y el madroño.
La escultura es obra de Antonio Navarro Santafé y fue inaugurada en 1967. Desde esa fecha siempre ha estado en la Puerta del Sol, hasta 1986 estuvo situada entre la calle de Alcalá y la Carrera de San Jerónimo, es decir frente al antiguo Hotel París, el edificio del Tío Pepe. Ese año fue trasladada al inicio de la calle del Carmen, con motivo de las obras de remodelación de la plaza que impulsó Enrique Tierno Galván. Más tarde, en septiembre de 2009, con la renovación total de la Puerta del Sol realizada con Alberto Ruiz-Gallardón como Alcalde de Madrid, ha recuperado su emplazamiento original.
Está realizada en bronce. Pesa 20 toneladas y mide 4 m de altura. Descansa sobre un pedestal de granito de la sierra madrileña.
Tomada el 9 de septiembre de 2011 (12:25). Mucha luz del medio día que fue compensada ajustando velocidad y diafragma.
Exp.: 1/400; f.: 11; ISO: 200; Flash no
